jueves, 21 de abril de 2011

La llegada





No todos sabían que ellos vendrían. La existencia de un ellos siempre interpela a la existencia de un nosotros. ¿ Pero quiénes eramos para hacer tal diferenciación? ¿en realidad eramos diferentes? . No lo se. No lo sabemos. Quizá, ni ellos lo sapan.

Cuando el día ocultaba a su Dios y la luz se convertía en oscuridad, el corazón de los descorazonados abria plateas bajas para su público: el poder.
Un pequeño rocio sacudía un habitat tranquilo y mítico. Las fogatas querían prenderse pero tendian a apagarse.
El suelo temblaba por los pasos. Amenazaban con acercarse...se sentian. El movimiento de las piernas en sincronización era como el aleteo del diablo.
 La sangre se paralizaba, ella también se paralizo. Sus ojos se cerraron. Cuando volvió a abrirlos , vió el fuego instalado en los suelos, en las prendas  y en la piel de algunos que al trasladarse parecían antorchas parlantes .
 Los gritos y el sonido de los disparos la aturdian.
 El miedo se apodero del poco rincón de coraje que le quedaba.
Pero al verlos a  los despojadores , al tenerlos frente a frente, era como si se conocieran de toda la vida.
Allí  estaban los ellos, los atentadores de la dignidad humana, los hijos prodigios del poder asofocador y asesino.
Sus labios estaban secos. Todos empezaron a correr, para un lado y para el otro. Otros se quedaban a luchar con lo poco que les quedaba.

 Los despojadores disparaban,
quemaban el hogar.
Torturaban el presente,
aplastaban el pasado
 y caudicaban el futuro.

Dos tiros casi la terminan de voltear, uno logró incrustarce en su pierna izquierda. Desesperadamente comenzó a correr, a huir de esos tigres vestidos de metal que salían de sus revólveres y escopetas. Por un instante se olvidó de quien era y de quienes habían sido los que vivián consigo. Pero nunca dejo de sentirse  ella, hija de la tierra y de su cultura de la cual también era madre .
Llavaba una manta entre sus fríos brazos,
hacia eso se dirigían sus ojos de vez en cuando.
Sintió el gemido de una mujer que corría a su ritmo, de pronto se reconoció a si misma en un charco de agua.  Se miró como desconsolada , casi sin esperanzas. Era la primera vez que veía esos ojos de desolación. Era la primera vez que se veía a si misma.
Un disparo seco dio contra la espalda de la mujer, que de todas maneras protegía lo que tenía entre sus brazos. Ella se dejó caer y lo que tenía entre brazos cayó con ella. Fue como si la tierra quisiera tenerla otra vez.

Un respiro,
un corazón latente,
un niño en la manta,
un alma que nace de la esperanza.

Años y años después, herederos de la esperanza siguen de pie. No olvidan de donde vienen, no olvidan quienes son.

sábado, 16 de abril de 2011

"Ad imo pectore"

1
"Aut viam inveniam aut fician"

Me acusan, sin mucho argumento, de ser alguien que se traslada de mundo en mundo.
Alguien me dijo alguna vez: " sos demasiado aventurero en el alma como para mendigar por seres humanos perdidos en su insomnio".
En aquellas noches que mi alma se agitaba y los diablos promulgaban su comunión, me sentia de otro lado .Navegaba por mundos idiotas e imprecisos como para ser alguien que se situara dentro de los que ya eran.
Quería amoldarme al sistema, al mundo que me tenia preso.
Mi sangre se dilató, llegó a la desembocadura en esos ríos de sal gruesa.
Intenté hasta que me resigne.
Otro demonio de lentes rojos me dijo una vez: " no busques caminos por donde no hay horizontes, busca el horizonte y tendrás tus caminos".

2
"Amantium irae amoris integratio est"

Preferí ser el "loco" de los espejos literarios.
Preferí ser el mimado de las muertes en las pupilas.
Preferí ser el que nadie queria que fuese pero inevitablemente era.
Y así me compro el rachazo,
el sin nadie durante años.
Los muebles eran opacos,
la casa estaba vacía,
las ventanas estaban abiertas.
Y de repente te senti,
mi dulce compañia entre estrellas olvidadas.
Mis letras en párrafos estremecidos.


3
“De profundis clamavi ad te anima"

Yo,
el marginal de las normalidades humanas.

Las lunas,
esas esferas que desde mi ventana se ven pequeñas.

Las  manos,
esas que desde mi alma se nublan en palpitaciones.

La perdición,
el parley de sombras danzantes sobre pistas suicidas.

La  locura,
la musa inspiradora de la soledad permanente del espíritu.

Las  miradas,
la magia de primaveras mal invernadas.


4
"A fronte praecipitium, a tergo lupi"

Cuando mis ojos cruzaron los tuyos,
me senti un niño queriendo aprender a volar.
Cuando di los pasos de despedida,
me senti un viejo sin ganas de caminar.

Cuando nos sentamos sin vacilar,
me senti una esfinge queriendo morir allí.
Y yo que solo queria meditar...
sobre las vueltas de este terrible andar.

Cuando me encontré, perdido y distante,
es porque tenia miedo de ser yo nuevamente.
Solo quiero perderme entre arboles azules,
quiero ser un fruto en tus jardines de la mente.


Nota del autor: Los títulos estan en latín, lo que permite dar mayor misterio y profundidad a la significación, si es que la hay, de las palabras y a la dirección de estas.

sábado, 9 de abril de 2011

Pasos



Instrúyanse, porque necesitaremos toda nuestra inteligencia.
Conmuévanse, porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo.
Organícense, porque necesitaremos de toda nuestra fuerza”
 ( Antonio Gramsci)


A mis queridos compañeros...

Yo que lucho a sol y a sombra,
superando las sangrías tardes de inviernos,
los que han respirado el aire de la convicción,
esos compañeros que destierran sus dedos.

Te extraño mi militancia compañera,
oigo tus miradas ,
recuerdo esas tardes de dolor y pena.

Durmiendo sobre el cordón
estamos los enbriagados de injusticias,
será que ya no somos unos pocos gatos locos,
será que ahora es el pueblo el que grita.

Te sueño mi militancia hermana,
cuando pateabamos cadenas,
cuando adornabamos las barricadas.

Trato que el tridente de mi existencia conviva,
lo escucho al destino en pasos agigantados,
es que en nosotros se encuentra el alma más viva,
es que a lo cerca se escucha el grito revolucionario.

Te vuelvo a encontrar mi militancia,
donde mi batalla está en tus venas,
donde mi espiritu descansa en tu tierra.

En ruso: их продолжающейся борьбы.
En francés: La lutte permanente.
Lo puedo cantar a los cuatro vientos,
en español digase la lucha permanente.

Viscosos rumbos saboteados,
era la ciudad de los sueños,
aqui estaré sin morir de miedo.

Y si uno no arma conflicto en uno,
poco y nada le pasa por su alma,
cómo puedo ver a mis amigos encarcelados,
cómo puedo verlos ahogados en lagrimas.

Y vos mi amante militancia,
donde está el amor por una idea,
donde la sangre ardiendo se quema.

Cuando mis calles se fueron secando,
la tormenta de mis compañeros trajeron lluvias,
mojaron esas calles hogar de nuestro cuerpo,
marcando caminos que tachaban mis dudas.