miércoles, 8 de diciembre de 2010

Distorsiones de la psiquis



El puñal que salió del fondo del ataúd de los vivos

escondía , aún, los collares de la memoria hurtada.


Las páginas de los libros con el polvo de su abandono,

quieren ser hoy... desean dejar de ser un recuerdo llorado.


En el medio de la madrugada despiertan los fantasmas del ayer y los muertos del hoy.

Las pesadillas son recuerdos sentimentales y los sueños son profetas de la perdición .


Estos muros se llenan de ilusiones y ellas se llenan de muros vacíos.

Allá a lo lejos ¿ no ves el carnaval de las noches desveladas?

Allá a lo lejos ¿ no ves el mármol de las paredes destruidas por la razón?

Aquí, yo veo el correr de los hijos no reconocidos de la luna.

Aquí, yo veo el alba de trotamundos sin caminos.


Se representan en el inconsciente,

esas eternas imágenes difusas.

Caigo en lo eterno,

me entierro en lo finito,

vuelvo a ser infinito,

sostengo mi mortalidad.


Es la representación del teatro ambulante del pasado

con sus actores antes conocidos,

algunos queriéndose perder en mi destino,

otros deseando nunca haber existido.


¿Por qué muestras la cara del mejor sueño, si luego lo pones en dudas y arrebatos?

¿ Por qué juegas con mi memoria?

Memoria estúpida,

villana,

mal parida,

estropeada,

masacrada

y lo peor de todo... nunca olvidada.


Allá van las ilusiones en la almohada,

inocentes como al principio pero menos llorosas como en el final.


Acá van mis distorsiones de la psiquis,

cansada pero optimista;

jugada pero dudosa;

esclava pero libre;

moribunda pero viva;

impuesta pero creada;

perdida pero encontrada.


No es real , solo son sueños.

Distorsiones... solo distorsiones.


sábado, 13 de noviembre de 2010

Relojes hambrientos



Para Mica.


Nosotros, los del cortejo que ayer creamos.

Vos, el sensacional mundo de mi hoy.

Yo, el titular de mis sueños clandestinos.


Complemento entre risas y llantos.

Complemento entre miedos y seguridades.

Complemento del mar, la tierra y el sol.

Viento que sopla esclavo de las tempestades.


Sobrevivimos a lo cauteloso del destino,

mientras contemplamos el pasado moribundo.

Los miedos del hoy son los monstruos del ayer.

Las balas que disparamos pegan en lo profundo.


El futuro se encierra en supocisiones,

el futuro espera hambriento,

dientes afilados,

pulmones perforados,

carne sin boleto,

miedos en el esqueleto,

risas en el pavimento.


Anarquismos en la ventana del orador.

Industrias en la puerta del testaferro.

Criaturas sangrientas en el desierto.

Los miedos son nuestro desierto,

nosotros los vampiros sedientos.


Son los versos vaivenes,

nuestras representaciones.

Son nuestros vaivenes,

entre el ayer,

el hoy y el mañana.


Somos nosotros,

queriéndonos en la aurora,

besandonos en el anochecer.

Los árboles siguen de pie



Junto a la lucha continua .

A la memoria de los caídos.


No puede haber mayor tristeza que la de la perdida de las hojas de un árbol en plena primavera.

Se marchitan las hojas. Se vuelven polvo en la mañana.

Esas ilusiones, esa lucha interminable, se mueren en la tormenta de la hipocresía.

Al galope se visualizan aquellas miradas que entre los tumultos dejan de respirar.

La flecha ardiente del dolor prematuro, arranca de las páginas del porvenir una serie de carcajadas imperfectas.

Como algunos mueren de pie, otros viven durmiendo en el letargo de pesadillas irrevocables.

El puño armado de fundamentos ignorados, la mente armada de ideales inmortales, dejan percibir el telón de aquellos lugares nunca recorridos pero siempre recordados.

Aquí lucho junto a ti, junto a todos.

Aquí muero junto a ti, junto a todos.

Aquí vivo, aquí veviré.

El viento lleva consigo la cicatriz penetrante de la bala contrariada.

En mi pecho choca punzante el plomo de mil horizontes.

Al pasar, diferencio las difusas notas musicales de la orquesta más antidemocratica. Esa orquesta se vende en el silencio, se agudiza en la luz, se potencia en las sombras.

Asesino el que dirige,asesino el violinista, el de la trompeta, el del piano y todas esas yo que se de más.

Malvivientes llenos de codicia y desesperación.

Piratas del océano de la ilusión y la justicia.

Buitres de los aires y la tierra maltratada.

No puede haber mayor tristeza que la de la perdida de las hojas de un árbol en plena primavera.

Las hojas se marchitan pero los árboles son eternos.

Las raíces continúan alimentandose de la tierra humedecida por las luchas perdidas.

Más plantas se desarrollan en el día. Más flores muestran su color. Más de nosotros olemos a polen.

Mientras uno de nosotros siga de pie, los arboles nunca serán derribados.

domingo, 17 de octubre de 2010

El poeta maldito


Introducción

Hoy, algunos renegados hablan de poesía y del arte en general como algo que le pertenece al pasado. Otros, donde me incluyo, vemos la inmortalidad de la expresión en su máxima manifestación.

El pensamiento personal, los sentimientos, la vida que te pasa por delante de los ojos y las huellas del pasado que se escuchan al anochecer.

Los que creemos aún en la poesía somos acusados de romanticos de manera despectiva. Cuando las barreras de los muertos de alma te limitan, nos reconoceremos como lo que somos ante ellos y ante el mundo: poetas malditos.

EL POETA MALDITO

Caminando por bocas de dragones,

la tentación en busca del desastre.

Contagiosa la enfermedad oculta,

olvidados aquellos muertos con hambre.


¿Escuchaste su aullido de noche?

¿Los sacrificios de esos que no se dejan ver?

Mientras los sacerdotes se sacan las máscaras.

Mientras algunas colinas se mantienen de pie.


Se reflejan en los espejos de la eternidad.

Se oscurecen en el rótulo de la tempestad.


Los que en el refugio se hundieron,

buscan a sus madres en el pasado.

Cuando se traspapelaron se saludaron,

cuando eran tangibles se precipitaron.


Los vividores vienen de noche

buscan nombres que nunca existieron.

Miedosos comen de su carne,

valientes se rinden en desasosiegos.


Se mienten en los tribunales del placer.

Se vuelven verdad en la cárcel del ser.


Masacrados los pesimismos,

impulsados los buenos ánimos,

torturados los amiguismos,

los pasos tropiezan en ambos lados.


Piruetas durante el aire de verano,

junto a prismas de numerosos letargos.

Se abren paso los jinetes del abismo,

se enfrentan los caballeros del pasado.


martes, 21 de septiembre de 2010

Desde la memoria hacia una historia


Dedicado a los profetas del querer, victimas del escepticismo de los difuntos soñadores. Les escribo estos renglones en conmemoración a su vínculo perpetuo, ensangrentado entre escombros y rituales.

Los cadaveres de aquellos que no supieron sentir y se entrecruzaron en espejos rotos, hoy han sido escuchados queriendo resuciitar.

1

Hoy destierro aquellas iluciones que se habían vuelto cenizas.

¿ Te acordas de esos momentos en el que el viento soplaba inseguridades de mediodía?

¿ Recordas entre que sueños preferias despertar cortejando ataduras del pasado?

2

Recuerdo esas noches de un no se qué.

Un escalofrío sacudía mi tranquilidad electrocutada en catarsis disparejas.

Ya no recuerdo. Ya no debo recordar.

Aquellos malos momentos que hicieron de mi una corona de espinas mas.

3

Hoy, puedo saber lo que deje en el camino y lo que recupero a cada paso.

Los laberintos de concordancias recatapultan los murmullos de medianoche.

Te encuentro en los pasillos,

te beso en los rincones.

Aquellas paredes se retruenan en miradas,

saben más de lo que dicen,

callan más de lo que no saben.

4

Esta historia se construye de a tres:

vos, yo y nuestro querer.

Esta historia ordena ejercicios,

besos, caricias y cumplidos.

Esta historia es nuestra historia.

El hoy nos condena a existir,

el existir nos condena al ser.

Seremos lo que debamos ser,

profugos del mar, de la tierra y el aire.

Libres como estrellas fugaces,

unidos como un sistema solar.

5

No tiene final, tampoco principio.

Es un acertijo que deambula,

que canta y que actua.

La obra abre su telón,

el guión nos aclama,

nos pone en escena,

nos aclama... nos aclama.

Vos y yo... los guionistas.

Vos y yo... los escritores de nuestra historia.

Cuatro ejemplos de un mismo proceso




Dedicado a Mica Mica quien instalo el nuevo proceso.

1- SEGÚN DON AGUSTÍN

Cuando Don Agustín me contaba el cómo construyo su nueva casa, era capaz de rasguñar los instantes mas profundos de una secuencia infinita. En realidad, si mal no recuerdo, siempre hablaba de reconstrucción. La reconstrucción se edifica sobre un proceso dialéctico. En un determinado momento construyo el nuevo hogar, luego este se destruye por distintos motivos y vuelvo a construirlo, o sea reconstrucción que trae consigo algo nuevamente nuevo pero en base a algo ya viejo.

Como en la edificación de un hogar, también encontraba estos procesos a lo largo de años, meses, semanas o días. Sentía que mi día estaba en profundo cambio, que era un proceso en si mismo.

No puedo negar, en todo caso si puedo hacerlo pero no debo, que los sentimientos conviven en un determinado espacio victima de este proceso. El estado de animo cambia constantemente, construye un sentimiento, luego lo destruye y por último se reconstruye. Tomo los pedacitos de lo viejo y con eso , sumándole materiales nuevos, construyo algo distinto a lo anterior.

2- DURANTE EL DÍA

A la mañana

En algunas etapas de este laberinto infrahumano, los viejos verdugos se encontraban mendigos por las calles de esta nueva ciudad.La ciudad había sido construida sobre bases de inseguridad y miedos ajenos.

Los edificios de la avenida principal tapaban el sol de mediodía esperando que la noche sea dueña de sus andanzas.

A lo largo del día, desde las calles, la ciudad permanecía callada. Sus habitantes se encontraban en diversas ocupaciones que los alienaban de los encuentros más importantes.

A la tarde

Cuando el sol dejaba de dormir sobre las nubes y se disponía a bajar del altar que el nuevo día le propuso, la ciudad se despertaba.

Encarcelados en cuatro paredes los habitantes comenzaban a planear su escape osado. Ciertas estrategias, una sumatoria de métodos y una pizca de deseo formaban el coctel de las 18 hs.

Mucha firulata, pequeños destellos de corridas sin llegadas tarde.

Para algunos era el regresar, para otros, aún, era el llegar.

A la Noche

Cuando la luna sacudía su melena de luz entre las nubes que no se querían perder del festín, la noche era nuestra noche. Aquellos picotazos de pájaros en el cielo, que algunos llamaban estrellas, formaban figuras en base a nuestras estatuas vivientes. Las estatuas vivientes eran aquellos sentimientos que permanecían duros a lo largo del día pero que se movían al llegar la noche. Las estatuas son los habitantes de esta ciudad.

3- SIN HARRY HOUDINI

Era este nuevo proceso el que sacudía mis reproches.

Me ate de un lado y del otro.

Me desataste.

Me volviste a atar pero esta vez en vos.

4- EL POEMA

Había un momento que era eterno.

El agua murmuraba su sed.

El sonido pronunciaba silencio.

La luz proyectaba tinieblas.

Mis sentimientos sentían sentir.

Insaciable extrañeza al pensarte,

entre sabanas y profetas

,sin caminar el caminante

,vos te trasformabas en su meta.

Victorioso el canal olvidado,

Participe de un nuevo hallazgo.

Renacía en el proceso extraviado,

los ritos antes amargos.

Callada mi voz prima de tu voz.

Sordos mis oidos esclavo de los tuyos.

Perdida mi mirada en tus encontrados ojos.

Aqui estoy,

escuchandote,

silenciadome

y mirandote.

lunes, 26 de julio de 2010

Oda a tu tiniebla



Palomas negras mueren en tu balcón.
Sangre restringida fecunda traiciones.
Tristezas disparejas sabotean dolor.
Campos nublados destruyen roles.

Madrugadas en compañía del frío,
en la nada catapultan las penas negras.
Bienvenida a los poetas malditos,
comprenderás ahora mis macabras penas.

Aquí me tienes, envuelto en tinieblas.
Caducado en pensamientos obscenos,
te siento en piel de abandonarte,
me apuñalo,
me desangro,
me congelo.

Aquí me tuviste, liberado en llamas.
Oscuridad en rincones de tu olvido,
pariendo morbos en tus ojos,
te robas,
te matas,
te miras.

Allí me tienes, sumergido en llantos.
Orgásmica en sensaciones ciegas,
humillas existencias ajenas,
los castras,
los increpas,
los suicidas.

Allí te tengo, emancipada en recuerdos.
Golpes en la niñez perdida,
padres criando hijos como gallinas,
me contagiaron,
me desmoralizaron,
me ataron.

Verdugos amables quiebran canciones.
Pájaros inocentes cubren hogueras.
Cenizas grises descargan municiones.
Victimas yoicas me tartamudean.

Gatos en el tejado de la melancolía,
me mortifican con sus dudas de hambre.
Sin despabilarme creyendo que serás mía,
me crucifico en el alma de mil desastres.


sábado, 17 de julio de 2010

La inflación del alma

Veamos en este cuento metafórico cómo el consumismo del sistema capitalista invade las emociones. Veamos como yo, como muchos otros, hijo del capitalismo, esperamos sentados que nos den cosas sin darnos la autocapacidad de accionar. Veamos como pierdo el tiempo, como la sumisión se apodera de nuestra libertad y nos anula en lo que realmente queremos para ser felices . Rompamos las cuerdas de lo que culturalmente nos han y siguen imponiendo.


Cortinas de humo tapaban su fija mirada. Trataba de encontrarla sin que ella me encuentre. Repentino como un ruido a lo lejos, se acercó en un acto de intimidación paulatino. Cuando daba un paso hacia mí, yo retrocedía dos respecto a ella.


Eran posiblemente las dos de la madrugada. Sueño no habia. Confusión, bastante.

Entre titubeos comi la última feta de pan lactal que quedaba en la mesada. Me dispuse a leer como hago todas las noches en que mis ojos permanecen despiertos sin ansias de sumergirse al profundo del inconciente. Pero¿ era un ser conciente en ese momento?.

La pregunta no tenía mucha importancia para mi en aquellas circunstancias. Venía de una serie de hechos torturadores. Hechos eficaces si su objetivo era el de traspasar nidos creados por mis hipotesis de soñorosos catálogos. A qué catálogos me refiero, pues a un listado de productos a la venta. Podemos decir que la oferta es pequeña pero la demanda la excede. Lo que provoca una cierta inflación del alma.


Paso a explicar a que me refiero con “inflación del alma”: en realidad diriamos que el paso previo es la“inflación en el alma”. Se despliega una lista con una cantidad limitada de propuestas.


En primer lugar un pack de conductas deseadas. La semana pasada había visto una publicidad de esos productos que venden telefonicamente. El “llame ya” hacia incapié en un sujeto indefinido en sus decisiones. Un liquido rojizo que venía en sobrecitos para ser disuelto en agua. El locutor decía: Sí, a usted que le cuesta acercarse a ella, que no sabe como decirle lo que siente cuando la ve, la oye o la extraña, aquí está la solución!!! Reduce decisión!!! Y basta de cobardías. Medio pelotudo el locutor pero firme en su discurso.


El segundo producto del catálogo era el perfume “ Sussuri”. De este no había visto publicidades en la tele pero la leyenda del producto decía: Si usted no puede atraer, “ Sussuri” lo hace por usted. Y que ellas mueran en acercarse al instante.


El tercer producto era el que más me llamó la atención porque era el que más compraba yo en esas tiendas que el imaginario colectivo habia creado en las calles de mi cobardía y mi falta de emancipación. Era un peine. Si, un peine. Pero no era cualquier utensilio barato que uno compra en un negocio común. El slogan era “peinate de una vez”. Generalmente, y bien lo decia el catálogo, depende del cabello de cada sujeto el destino último de este. Lo que lograba el peine era la imagen pulcra del que lo usa. Así, pues, entonces, el que tenía ese peine era el galan , el conquistador. No lo digo yo eh, lo dice el catálogo y algunas minitas que me contaron que el pibe que lo usaba era una tentación para ellas.


El cuarto producto era el resultado de los tres primeros: uno mismo. Ya cumplido el trio coctel, el paso siguiente era la venta indiscriminada de la persona. Se llamaba al número sugerido, también se podía hacer vía mail, y uno se ofertaba , y luego aparecía la semana siguiente en el catálogo.


Era interesante porque empezaba a leer la oferta disponible pero no era la que yo requería, la oferta era poca porque mi demanda era mucha. Asi que leyendo a Lucia, Claudia, Giselle,etc; nunca me quedaba con ninguna. Pero ¿ porqué? ¿ Acaso no eran las que estarían ya usando los codiciados productos?. Exacto, pero no me atraían.


Había algo, no se como explicarlo. Había algo que hacía que este inseguro, que cambie de parecer constantemente sin comprometerme con nada.


Esos productos eran los perfectos, los que la tele vendía todo el tiempo. Pero algo fallaba.


Ahí me di cuenta. Había algo llamado inflación del alma. Este fenómeno no era provocado por la poca oferta y la gran demanda de esos productos. Era provocada por la gran oferta y la poca demanda de algo que no se podia vender. Era algo que se ofrecia gratuitamente pero que para eso tenias que buscar y buscar. No te lo mostraban ni en la tele, ni en la radio, ni en catálogos. Eso aparecia en uno mismo, en el reflejo con los otros. Si las calles del imaginario colectivo existian en verdad, ninguna de ellas me conducia al pueblo donde estaba eso que tanto deseaba. Era claro, ese imaginario no era mio, era lo que un consumo repetitivo y reproducido construia en mí.


Yo queria algo llamado amor. Palabra bastardada en el lenguaje cotidiano. Amor voicoteado por aquellos que no gozan de su plenitud y libertad. Aquellos que no saben mirar más allá de sus ojos. Aquellos que dejan que los ojos de los demas miren por los de ellos.


Aquí, al ocultar, al reprimirme, al sentir que no era lo que buscaba, ese anulado sentimiento de amor provocaba la inflación en mi alma. El precio creado era tan grande que mi conciencia se alejaba. El precio era tal que ella sentia no poder alcanzarlo. Como que cuando retrocedia dos pasos estaba sumandole más ceros a la cuenta.


Su fija mirada parecia ahora perdida. Nunca nos vimos los rostros, nunca supimos quienes eramos. Ella se alejo, yo me acerqué pero ya no la encontré. El precio por haber retrocedido fue inpagable.


Sean libres.

Como raro.


Hoy me encontré en el más confuso pero encantador de los paisajes.

El tren salió a las 2:45 pm del día sabado 10 de Julio. Mis tiempos eran acotados despues de un viernes a todo o nada. Título pretencioso quizá, pero el más acorde con la situación que comentaré luego de unas pequeñas lineas a veces náufragas de su dueño.
No era un día inusual pero tampoco era el más usual de los días. Mientras me fumaba un puchito en Av. de Mayo, posiblemente a la altura del 200, venía pensando en ciertas circunstancias que la vida me deparó entre rejas y algodones.
Varias preguntas se me cruzaban, en tanto que esa chica de una hermosura no antes vista por los ojos de quien les comenta, se sumergía en la psiquis de mis enterradas, pero renacidas, expectativas de logro.
Asi fué, el día se torno raro. La gente le teme a esas cosas nuevas, a lo que regularmente no transita. Lo nuevo es un cambio, los cambios traen inseguridades, las inseguridades traen falta de control.
Pero me dispuse, entre tinieblas y nubes como relánpagos de luz, a ser alguien nuevo.
Con todo lo que esto lleva a cuestas, el cambio y mi miedo terrenal, me puse a andar en ese trotamundos. No podía estar otra vez en una carretera al costado de un pueblo fantasma. Necesitaba volar, necesitaba necesitar.
Cuando llegue a ese lugar donde el sonido es esclavo de sus tumultos y destino de los que nunca tapan sus oídos, algunos lo llaman radio, me encontré con una persona tal especial como simple que me regalo una cosita material, pero llena de congoja y de sensaciones multidimensionales.
Rodolfo Walsh me espera mirandome desde su "Operación Masacre", y entre Sartre y Barthes me dispararon hacia sociologias que extrañaba pero que son las partes más profundas de mis océanos.
El "Evangelio según Jesucristo", de un soñador comunista y atéo (me refiero al Señor que nos ha dejado fisicamente pero eterno en sus palabras: Salamago) fue la cuota no pagada del día.
Después, Graham Bell murmuró su invento , y me dió ,del otro lado, la voz que necesitaba y me llenaba de paz por unos minutos.
Para los que se preguntan porque estoy raro, si es que lo hacen sino les agradesco igual ya que no tendría que ser centro de segundos de nadie ( pues no lo requiero pero si lo deseo), la respuesta es que estoy FELIZ. Si Sofi , me siento feliz ¿ podes creer?.
Si, exacto, a las 00:00 hs del 11 de Julio , les comunico que este sujeto, poeta, periodista y militante político, siente un golpe seco en el pecho llamado Felicidad.
Tanto se escondió la maldita bastarda, pero logró aparecer como siempre lo hace entre cometas y estrellas humedas y trituradas.
Sin más tiempo que hacer perderles, ni a ustedes ni a estos renglones, me despido despidiendome, me alegro alegrandome, me sustituyo renovandome.

Ya no soy el muerto que camina sin un rumbo y que se vuelve el rumbo por donde caminan los muertos.

sábado, 26 de junio de 2010

La carne desgarrada



Les escribo esta nota. Humilde y sin pretenciones.

Compañeros del alma y la euforia.
Aquí me encuentro,
tronando en nuestra historia.
Mi carne se desgarra por dentro,
como mi alma se ahoga con su propia sangre.
Transgresión de la mente ,
clavada punzante,
en su memoria inmortal.

Nosotros sabemos lo que es sacrificar todo la fuerza y el tiempo en causas soñadas. Nos acusan de utópicos aquellos hipócritas.
La carne se desgarra por dentro, sentimos ese dolor de la indiferencia y de las esperanzas moribundas.
Cuando nos paramos firmes en los pasillos queriendo no ser más invisibles, volvemos a sentir que no somos nada y que al mismo tiempo lo somos todo.
Luchamos a sol y a sombra. En frías noches y calurosas tardes. Poco nos importa lo que el cuerpo sienta pero nos consume lo que el alma deja de sentir.
Nosotros compañeros de mil luchas y llantos, somos los que el pasado nos hizo. Somos hijos del mismo tiempo, del mismo sistema y de la misma indiferencia, pero somos los herederos de las otras generaciones aquellas que aún siguen vivas en nuestro pensamiento.
He visto llenarse de lagrimas a compañeros y compañeras indignadas, defraudadas por el vil obstaculo de aquellos que nada les importa y todo les vale. Amenazas en forma de susurros, presencias grotescas y empujones a más no poder.
Nosotros compañeros, somos lo que somos y seremos lo que tengamos que ser. Bajo el techo de la indiferencia y la inconciencia constante de nuestros pares, sumergimos cuotas de desilución. Pero es esa realidad la que nos impulsa y somete a un camino de lucha interminable.
Para mi no habría mayor placer que morir por la causa justa. Mi vida es la vida de un peleador que nunca va a tirar la toalla, acto que tanto imploran los que nos quieren ver en el suelo, sin fuerzas, sin nada.
El mayor orgullo de mi vida es militar con ustedes. Girar para un lado y ver a uno de nosotros acompañando mis tristezas y mis alegrías, mis desconsuelos y mis andanzas.
Desde que doy todo lo que me queda por la causa, he conocido victoria tras victoria. Porque cuando uno lucha por lo que ama no hay fracaso alguno.
Asumo mi compromiso social, asumo mi autocritica mundana y asumo mi existencia libertaria.
No hay rendición alguna, no les vamos a dar el gusto a aquellos que nos quieren ver vencidos y amargados.

Mi lucha es nuestra lucha y nuestra lucha es mi lucha.
Naveguemos hacia el horizonte de nuestros ideales, convivamos juntos en nuestros sueños, miremos las montañas moverse habriendo paso a los sin miedo.
Porque podrán desgarrar nuestra carne pero nunca rasjuñaran nuestras almas.

Gracias y hasta siempre.

Jonathan

viernes, 7 de mayo de 2010

Vos mi Cometa Borrelly


Anochese en una fría cosecha de mediodía,

agazapado en colmenas ,
tardios murumullos a lo lejos
congelan las palidas penas.

Declaran las constelaciones de Ptolomeo
ante el tribunal de tus ojos imperantes,
la loca Andromeda te guiña de cerca
mientras Centaurus espera radiante.

Ni Alphonse Borrelly podría encontrar
tu cabellera sublime volando en mi mar.

Mi conciencia triturada y entorpecida
intenta interpretar tus engaños,
tus falsas ilusiones disparadas,
heridas que no sanarán en tus manos.

Mi intuición pierde de vista tu sistema,
yo soy el Sedna de tus intenciones,
tratando de esquivar tus purgatorios
tropiezo con instintos y pulsiones.

Ni Alphonse Borrelly podria encontrar
tu cabellera sublime volando en mi mar.

Tu universo marcado por altanera cortesía
araña las pupilas de viejos artesanos,
extraviado se encuentra Schopenhauer,
ausentes en tu vida los Comteanos.

Los ciegos de aquel club que ibamos
se tapan los oidos al escucharte,
no quieren sentirte en sutil cercanía
tú destrozaste sus almas y ahora lo saben.

Ni Alphonse Borrelly podria encontrar
tu cabellera sublime volando en mi mar.

sábado, 1 de mayo de 2010

Pablo Neruda - El Pueblo


Dedicado principalmente a Ailén Bembich que nos regalo este poema y a todos los luchadores de nuestro pueblo.



De aquel hombre me acuerdo y no han pasado
sino dos siglos desde que lo vi,
no anduvo ni a caballo ni en carroza:
a puro pie
deshizo
las distancias
y no llevaba espada ni armadura,
sino redes al hombro,
hacha o martillo o pala,
nunca apaleó a ninguno de su especie:
su hazaña fue contra el agua o la tierra,
contra el trigo para que hubiera pan,
contra el árbol gigante para que diera leña,
contra los muros para abrir las puertas,
contra la arena construyendo muros
y contra el mar para hacerlo parir.

Lo conocí y aún no se me borra.

Cayeron en pedazos las carrozas,
la guerra destruyó puertas y muros,
la ciudad fue un puñado de cenizas,
se hicieron polvo todos los vestidos,
y él para mí subsiste,
sobrevive en la arena,
cuando antes parecía
todo imborrable menos él.

En el ir y venir de las familias
a veces fue mi padre o mi pariente
o apenas si era él o si no era
tal vez aquel que no volvió a su casa
porque el agua o la tierra lo tragaron
o lo mató una máquina o un árbol
o fue aquel enlutado carpintero
que iba detrás del ataúd, sin lágrimas,
alguien en fin que no tenía nombre,
que se llamaba metal o madera,
y a quien miraron otros desde arriba
sin ver la hormiga
sino el hormiguero
y que cuando sus pies no se movían,
porque el pobre cansado había muerto,
no vieron nunca que no lo veían:
había ya otros pies en donde estuvo.

Los otros pies eran él mismo,
también las otras manos,
el hombre sucedía:
cuando ya parecía transcurrido
era el mismo de nuevo,
allí estaba otra vez cavando tierra,
cortando tela, pero sin camisa,
allí estaba y no estaba, como entonces,
se había ido y estaba de nuevo,
y como nunca tuvo cementerio,
ni tumba, ni su nombre fue grabado
sobre la piedra que cortó sudando,
nunca sabía nadie que llegaba
y nadie supo cuando se moría,
así es que sólo cuando el pobre pudo
resucitó otra vez sin ser notado.

Era el hombre sin duda, sin herencia,
sin vaca, sin bandera,
y no se distinguía entre los otros,
los otros que eran él,
desde arriba era gris como el subsuelo,
como el cuero era pardo,
era amarillo cosechando trigo,
era negro debajo de la mina,
era color de piedra en el castillo,
en el barco pesquero era color de atún
y color de caballo en la pradera:
cómo podía nadie distinguirlo
si era el inseparable, el elemento,
tierra, carbón o mar vestido de hombre?

Donde vivió crecía
cuanto el hombre tocaba:
la piedra hostil
quebrada
por sus manos,
se convertía en orden
y una a una formaron
la recta claridad del edificio,
hizo el pan con sus manos,
movilizó los trenes,
se poblaron de pueblos las distancias,
otros hombres crecieron,
llegaron las abejas,
y porque el hombre crea y multiplica
la primavera caminó al mercado
entre panaderías y palomas.

El padre de los panes fue olvidado,
él que cortó y anduvo, machacando
y abriendo surcos, acarreando arena,
cuando todo existió ya no existía,
él daba su existencia, eso era todo.
Salió a otra parte a trabajar, y luego
se fue a morir rodando
como piedra del río:
aguas abajo lo llevó la muerte.

Yo, que lo conocí, lo vi bajando
hasta no ser sino lo que dejaba:
calles que apenas pudo conocer,
casas que nunca y nunca habitaría.

Y vuelvo a verlo, y cada día espero.

Lo veo en su ataúd y resurrecto .

Lo distingo entre todos
los que son sus iguales
y me parece que no puede ser,
que así no vamos a ninguna parte,
que suceder así no tiene gloria.
Yo creo que en el trono debe estar
este hombre, bien calzado y coronado.

Creo que los que hicieron tantas cosas
deben ser dueños de todas las cosas.

Y los que hacen el pan deben comer!

Y deben tener luz los de la mina!

Basta ya de encadenados grises!

Basta de pálidos desaparecidos!

Ni un hombre más que pase sin que reine.

Ni una sola mujer sin su diadema.

Para todas las manos guantes de oro.

Frutas del sol a todos lo oscuros!

Yo conocí a aquel hombre y cuando pude,
cuando ya tuve ojos en la cara,
cuando ya tuve la voz en la boca
lo busqué entre las tumbas, y le dije
apretándole un brazo que aún no era polvo:

"Todos se irán, tú quedarás viviente.
Tú encendiste la vida
Tú hiciste lo que es tuyo".

Por eso nadie se moleste cuando
parece que estoy solo y no estoy solo,
no estoy con nadie y hablo para todos:

Alguien me está escuchando y no lo saben
pero aquellos que canto y que lo saben
siguen naciendo y llenarán el mundo.

domingo, 18 de abril de 2010

Carta 10 - Desorden...



Catarsis del alma decia la vieja aurora que se perdia a lo lejos en memorias tardias.

Me sentia acorralado por la lucha permanente,
lucha edificada en turbulentos mares de compación.
Te deseo a lo lejos,
me siento torpe y angustiado.

Me olvido de que existo reflejado en tus palabras profugas
se me escapan,
se esconden
me dejan
me destruyen,
me socorren.
No se si el recuerdo que tenes de mi esta crucificado
en un deseo de porvenir compartido
idealizado por ambos.
Quizá solo ese deseo sea una utopia como muchas otras
pero solo tal vez, sea inevitable el tenerte a mi lado,
inevitable como la revolución.
Tan solo inevitable,
como la muerte misma que nos espera acostada a nuestro lado.
Las sombras se rien de nuestra debilidad
y la luz se olvida que alguna vez existimos.
Quizá sea una causa necesaria y escrita
solo se que llevo tatuado en lo profundo de mi ser,
tu nombre,
tu existencia.

Te dejo en manos ajenas,
esas que envidio porque te tienen.
Yo no puedo tenerte ni en el reflejo de mi pupila,
te pierdes hasta en mi mente que intenta recordarte.
Algun día te olvidaré, asi como olvidamos el pasado
como si fuera algo que deseamos cambiar pero no tenemos con qué.
Ya has decidido,
yo decido con vos.

Esta es mi tumba, las palabras.
Palabras que sirvieron para decirte cuanto te quiero.
Palabras que hoy utilizas para despedirte de mi deseo.

Brújula



Mi mente se pierde en coordenadas huerfanas.
Mi mente ya no es mi mente.
Mi mente alguna vez fue lo que fue.


Despacio camino sin saber a donde ir en un contexto olvidado por memorias perseverantes de no sentir.


Aquí me veo
Aquí te ves.


Nos vemos amarrados a puertos inseguros,
inconstantes y moribundos.


Yo te veo en mis ojos tapados por un pasado culpable de anesteciar mi más cuerdo pensamiento emocional.

Allá donde los juegos se pierden.
Allá donde las sombras relampaguean sus primeras risas de otoño.


Es allá donde escalo,
donde me pierdo,
donde me encuentro
y me vuelvo a perder.


No hay brujula que guie mis pensamientos.

No hay camino alguno que me lleve a donde estas.

Solo pretendo verte al lado mio,
solo pretendo que pretendas estar aquí.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Inciso 29



Es la espina más dorsal de mi existencia.
Es la primeriza hoja caída de mi otoño.
Es la asesina más buscada entre escombros.
Es la verdugo de los siguientes versos.

Cauteloso inclino mi ser hacia su triturado camino.
Desmemoriado espero moribundo su tenue desastre.
Mientras sonríe a espaldas del vagabundo mendigo,
ella pide limosna en estaciones fantasmas y mares.

Prepotente me embriago en calles luminosas,
espero callado su lumbral esquizofrénico e inevitable.
Solo un mensaje llega desde la orbita imperante,
es un simple merito obligado e insaciable.

Antes merodeaba que era imparcial y confundida.
Puñaladas criminales chocan contra mi pecho
y solo veo que es una mentira en ingenuas pupilas.
Sus huellas siguen notorias en el mango seco.

No hay palabra alguna que no sea bocado para su infortunio.
Cercas en grandes terraplenes mortifican sus dudas.
Susurra cánticos para profetas y sordomudos
en abiertos horizontes reviven mis cartas y penurias.

Iluso me refriego en expresiones desfiguradas,
soñé que eran sus gestos de importancia e interés.
Pero ! Que tonto es el hombre que desea querer!,
Un viejo refrán caucásico y olvidado desvirtúa mi ser.

martes, 5 de enero de 2010

El remordimiento - Jorge Luis Borges



He cometido el peor de los pecados
que un hombre puede cometer.
No he sido
feliz. Que los glaciares del olvido
me arrastren y me pierdan, despiadados.

Mis padres me engendraron para el juego
arriesgado y hermoso de la vida,
para la tierra, el agua, el aire, el fuego.
Los defraudé. No fui feliz. Cumplida

no fue su joven voluntad. Mi mente
se aplicó a las simétricas porfías
del arte, que entreteje naderías.

Me legaron valor. No fui valiente.
No me abandona. Siempre está a mi lado
La sombra de haber sido un desdichado.


Martirio - Leopoldo Lugones


Al ver la angustia que siento

si te apartan de mi lado,

todos comprenden al punto

la gravedad de mi estado.


Con alarma me reprochan

la pasión de que me muero,

y yo nada les respondo

pero más y más te quiero.


Como a nadie oculto el alma,

todos conocen mi historia,

y saben que en tu amor puese

gozo y pena, infierno y gloria.


Me dicen que un delirio

que labró mi mala suerte,

yo sólo sé – les respondo-

que te querré hasta la muerte.

Viceversa - Mario Benedetti



Tengo miedo de verte

necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte

tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte

tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte

o sea
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.