sábado, 17 de julio de 2010

Como raro.


Hoy me encontré en el más confuso pero encantador de los paisajes.

El tren salió a las 2:45 pm del día sabado 10 de Julio. Mis tiempos eran acotados despues de un viernes a todo o nada. Título pretencioso quizá, pero el más acorde con la situación que comentaré luego de unas pequeñas lineas a veces náufragas de su dueño.
No era un día inusual pero tampoco era el más usual de los días. Mientras me fumaba un puchito en Av. de Mayo, posiblemente a la altura del 200, venía pensando en ciertas circunstancias que la vida me deparó entre rejas y algodones.
Varias preguntas se me cruzaban, en tanto que esa chica de una hermosura no antes vista por los ojos de quien les comenta, se sumergía en la psiquis de mis enterradas, pero renacidas, expectativas de logro.
Asi fué, el día se torno raro. La gente le teme a esas cosas nuevas, a lo que regularmente no transita. Lo nuevo es un cambio, los cambios traen inseguridades, las inseguridades traen falta de control.
Pero me dispuse, entre tinieblas y nubes como relánpagos de luz, a ser alguien nuevo.
Con todo lo que esto lleva a cuestas, el cambio y mi miedo terrenal, me puse a andar en ese trotamundos. No podía estar otra vez en una carretera al costado de un pueblo fantasma. Necesitaba volar, necesitaba necesitar.
Cuando llegue a ese lugar donde el sonido es esclavo de sus tumultos y destino de los que nunca tapan sus oídos, algunos lo llaman radio, me encontré con una persona tal especial como simple que me regalo una cosita material, pero llena de congoja y de sensaciones multidimensionales.
Rodolfo Walsh me espera mirandome desde su "Operación Masacre", y entre Sartre y Barthes me dispararon hacia sociologias que extrañaba pero que son las partes más profundas de mis océanos.
El "Evangelio según Jesucristo", de un soñador comunista y atéo (me refiero al Señor que nos ha dejado fisicamente pero eterno en sus palabras: Salamago) fue la cuota no pagada del día.
Después, Graham Bell murmuró su invento , y me dió ,del otro lado, la voz que necesitaba y me llenaba de paz por unos minutos.
Para los que se preguntan porque estoy raro, si es que lo hacen sino les agradesco igual ya que no tendría que ser centro de segundos de nadie ( pues no lo requiero pero si lo deseo), la respuesta es que estoy FELIZ. Si Sofi , me siento feliz ¿ podes creer?.
Si, exacto, a las 00:00 hs del 11 de Julio , les comunico que este sujeto, poeta, periodista y militante político, siente un golpe seco en el pecho llamado Felicidad.
Tanto se escondió la maldita bastarda, pero logró aparecer como siempre lo hace entre cometas y estrellas humedas y trituradas.
Sin más tiempo que hacer perderles, ni a ustedes ni a estos renglones, me despido despidiendome, me alegro alegrandome, me sustituyo renovandome.

Ya no soy el muerto que camina sin un rumbo y que se vuelve el rumbo por donde caminan los muertos.

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