miércoles, 14 de diciembre de 2011

Cerca

Se arrancó de verla,
sintiéndose un estúpido fugaz
con temor a serlo de manera permanente.
El miedo que intriga la conciencia
se marea en mares
con psicólogos a bordo
de un ataque de locura.
La inseguridad en plano paralelo,
en oposición al vértice de la soledad,
remata de un golpe
prostibulario de la tentación,
perplejo de la inexperiencia,
plebeyo de la muertes simbólicas.

La  quiere  pero no se anima  a quererla.
La  pierde pero no se resigna a tenerla.

Y en esta música,
de qué se yo cuánto tiempo,
él afinó la laringe
ante el perdón de sus indiferencias.
Mientras más se acerca a ella
más se aleja de sí mismo,
y viceversa.

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