domingo, 30 de enero de 2011

El ángel de Lucifer 1


Para los que alguna vez supimos retorcernos en las venas de las voluntades ajenas, el discurso de rebeldía es una etiqueta que se nos tatua en la frente. La rebeldía solo por rebeldía es tan o más inutil que el quedarse parado viendo el techo. La transgresión puede que sea, en cambio, un laberinto angosto que puede abrir caminos de modificación verdaderos. El dudar y analizar todo criterio puede darnos alas de revolución.
Para el Cristianismo Lucifer es el Ángel Rebelde que inició una revolución contra Dios en aras de derrotarlo y no someterse a su voluntad. No es que se contradiga con otras religiones, en muchas solo es una entidad dependiente de la diferencias de nombres. Para el Judaísmo Lucifer, Satanas y Belsubú, son tres cosas muy diferentes y no son malignos. Para el Yezidismo, Lucifer también inicio una revolución, porque le quería dar sabiduría a la humanidad y Dios se oponía.
Lucifer es una palabra que en latin significa portador de luz,¿ Por qué para el Catolicismo Dios querría apagar la luz?
¿ Cuántas veces uno en la vida se percibe encerrado en un mundo que siente que no le pertenece? ¿ Cuántas veces en este sistema opresor y mutilador uno se cree esclavo de la voluntad de otros?
Hoy hay varios dioses que imponen su voluntad. Desde el dios economía, pasando por el dios mercado y hasta terminando en el dios televisión.
El sistema también impone sus dioses e intenta que esos sean universales para todos. Un imperialismo disfrazado llamado globalización intento nuevamente aplastar cualquier índole cultural diferente. El multiculturalismo es para muchos sectores del poder un pecado que merece castigo, así como las creencias religiosas diversas y las ideologías políticas multifaceticas.
La mutilación cultural encuentra los cuerpos ya calcinados de aquellos que apuestan a la imaginación y a la creación de movimientos diferentes. Algunos los llaman transgresores, otros los tratan de subversivos y algunos todavía los tildan de herejes.
Así como la inquisición torturaba y asesinaba ( quemando vivo en la mayoría de los " pecadores" para que el alma del pecador sea purificada en el fuego), la dictadura militar llevo a cabo su plan "purificador", con los antes herejes y en la dictadura subversivos.
Hoy también hay un plan de aniquilamiento a aquellos que se revelan contra la voluntad divina del capitalismo. Inquisición, dictadura, neoliberalismo. Castigar a todos aquellos fuera del "orden y el progreso", bien del ángel llamado positivismo.
El creerse " Dios" y someter a todos a su voluntad es algo que al parecer practican muchos sectores de la política argentina.
Al mejor estilo de Paul Joseph Goebbels, político alemán al mando de la propaganda Nazi ( vease mi ensayo sobre la practica Goebbeliana en la política argentina actual), la Política Nacional encarna un papel de ángeles y demonios, de buenos y malos, de "mitos malignos", de leyendas políticas que poco tienen de reales. Así no solo se logra poner a Lucifer del otro lado , sino que también uno se puede poner la camiseta de Dios y simplificar todo lo "mejor", "el modelo de país", en un solo lado del cielo muy lejos del infierno.
Los mandamientos de la política nacional se basan en una serie de discursos pobres y de simplificaciones nefastas. Adjudicarse un discurso que muchos dieron su vida por ellos años antes, no tiene nada de heroico. Expulsar del "cielo" a aquellos que se revelan contra la voluntad política nacional no tiene nada de "progre".
Lucifer era el ángel que se opuso a lo impuesto, a la voluntad de lo todo poderoso, a la hegemonía celestial.
Posiblemente hoy seamos muchos los que nos ponemos las "alas demoniacas de Lucifer" y esperamos hacer una revolución al sistema que nos impone su voluntad. O quizá, somos ,como cree la religión Yezidista, personas que queremos traer una visión al mundo sobre algo que sus ojos no pueden ver por lo tapados que están por las nubes divinas.
Nietzsche dijo alguna vez : " Dios a muerto". Con esta frase el filósofo manifestaba que los seres humanos ya no pueden creer en un orden cósmico que ellos mismos no lo reconocen. Esta muerte también llevará a la muerte de los valores absolutos y de la ley moral que se ejerce sobre los hombres.
Y si Dios muere... ¿ Lucifer ... ?.

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