viernes, 27 de noviembre de 2009

Para vos...


Escucho susurros cuando el sol se opaca.
Escucho tu voz cuando el alma me llama.
Puedes ver lo narciso de mis versos,
es porque hablan de ti,
mi dueña del silencio.
Cantores a lo lejos truenan en tu nombre,
violinistas a lo cerca te miran en mi nombre.
Nubes rojas y llantos de tumultos,
perdidos en la ceguera de nuestros mundos.
Mares sedientos de agonías,
crucificados en laberintos de minorías,
cruzo el sendero de tu alegría,
manipulando catálogos que aun no veías.
Pesimismo irracional salen de tus miradas,
mientras yo veo en ti la mayor expresión del alma.
Cuando desaparezcas de aquí,
todo se volverá solo migajas,
mis entusiastas,
mis recorridos,
mis andanzas.
Te leo solo de noche,
en madrugadas desveladas.
Ojala te vea en alguna tarde
y seamos protagonistas
de nuestras caminatas.
¿No te parecen acordes estas palabras?,
quizá solo te parezcan desesperadas y vagas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

excelente que versos tan maravillosos!!!!!
tenes un talenteo impresionante!!!!
desde ahora una nueva seguidora de tu blogg...

abrazos,

amatista

Jonathan Diego Castronuovo dijo...

muchas gracias