jueves, 31 de enero de 2013

Espera en Buenos Aires



                                            
                            " No nos une el amor sino el espanto, será por eso que la quiero tanto"
                                                 Jorge Luis Borges,  de su poema Buenos Aires



Trepan los fugitivos soñadores los árboles de cemento,
observan con el correr del tiempo
la ausencia tenaz que los acorrala.
Extrañan los fugitivos soñadores,
mientras el magma quema y sofoca
los pies con los cuales escapan del desamparo.

Allá a lo lejos se ve la nuca de los espectros agarrotados entre montañas,
escalan las nubes que en Buenos Aires se vuelven fuego;
y el alma ceniza que el viento abraza en soledad.

Cantan las chicharras desde kilómetros lejanos para que se las escuche
atropellando gritos entre los brazos huecos
de los precavidos soñadores que resisten,
repelando el olvido,
saboteando el recuerdo.

La espera se vuelve cicatriz,
se emborracha ante la fantasía del momento del encuentro
de las miradas de aquellos ojos que se habían dejado de ver;
se reconcilian los labios que se habían dejado secar.
Entonces los fantasmas fotográficos se poseen,
se azotan de contactos la piel,
se murmuran silencios al costado de la calle,
se agitan de tanto respirar.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Un placer que me hallas leido, yo tambien pasare por aqui cuando pueda, muy lindos textos ♥

Unknown dijo...

Un placer que me hallas leido, yo tambien pasare por aqui cuando pueda, muy lindos textos ♥